La realidad tiene una multiplicidad de definiciones según el campo que desee explicarla, la filosofía que tiene los primeros registros como la ciencia que trata de descubrirla y explicarla, lleva ya, un largo camino recorrido planteando cuestionamientos como:
¿Hay
correspondencia entre el saber y la realidad?
¿Es
la información que captan nuestros órganos sensoriales fiables al 100%?
¿Es
la representación mental que tenemos una certera reproducción de la realidad?
¿Sabemos
lo que es real o solo creemos que lo sabemos?
Y para tales cuestiones ha desarrollado
una diversidad de ismos; racionalismo, realismo, escepticismo, empirismo y
demás, que surgían se establecían y decaían. Tratando siempre de aportar una
nuevo conocimiento u aproximación a tales cuestiones, además de otras propias
de la época. He aquí el problema epistémico que reflexiona acerca de ¿Cómo se
adquiere conocimiento de la realidad? Y es ese conocimiento es fiable y
“verdadero”. Ahora bien, es cierto que dicho planteamiento ocupaba al mismo
Platón y aun ahora a los filósofos actuales pero que sin importar los modos de
investigar soluciones o respuesta son más diversos, la cuestión no se acerca a
responderla.
El filósofo norteamericano Hilary Putnam en el libro “La realidad inventada” de Watzlawick (1994) menciona que
desde los presocráticos a Kant no existió filósofo que, en sus principios
elementales, irreductibles no haya sido un “realista metafísico”. Este realismo metafísico es la postura
filosófica en la cual las cosas existen de manera independiente de tener una
conciencia que la perciba, es decir, existe la realidad y es autónoma de si las
personas estamos ahí para percibirla o darle un significado. El realista
metafísico busca entonces, el conocimiento que corresponde a la
realidad, como si se tratase de buscar un bote de pintura cuyo color
corresponda con el que está pintado la pared es decir una equivalencia de
relaciones.
Pero no terminó de convencer a Putnam ()
pues mantenía que esa postura rechazaba la verdadera noción de realismo. Y según Kubissa (2012) esto situaba al
sujeto a admitir que lo que se toma por realidad no es otra cosa que lo que la
ciencia dice que es real. Y la ciencia solo entiende de hechos y esos “hechos” serían
independientes del esquema conceptual que conocemos.
A través de la ciencia se nos ofrecen “representaciones”
de la realidad que son valiosas y mediante ella puede argumentarse que “busca
develar la verdad”. Y con base a esto me permito especular, que la ciencia solo
puede llegar a representar al mundo, es decir nos otorga una imagen de
la realidad, pero más no, la realidad en sí misma y al mismo tiempo, traza un
límite ideal, para satisfacer criterios de coherencia, que nos permite a
nosotros elaborar una imagen teórica del “mundo” que resultaría entonces en un
mundo empírico.
Así Putnam, resalta el otro rostro del
realismo metafísico, la obediencia del mundo empírico con respecto a los
criterios de coherencia, y dichos criterios, revelan parte de nuestra
concepción de inteligencia especulativa óptima, afirmando que el “realidad”
dependerá de nuestros valores y esquemas conceptuales dejando de ser
independiente.
Entonces, se puede decir que la realidad
está ligada a cada persona, pero como de conocimiento común, la realidad varía
para cada persona según la propia percepción y a nuestros esquemas
conceptuales, es más esta percepción es la ¿correcta? ¿No son nuestros sentidos
susceptibles a ser engañados? La respuesta es sí, basta un pequeño experimento
sensorial para ver como nuestros sentidos son fácilmente burlados: una ilusión
óptica, el sesgo de percepción de la temperatura o hasta un pequeño truco de
magia hábilmente ejecutado. Así que por mucho que tratemos de percibirla,
siempre estaremos propensos a captar una realidad a medias desde el momento que
transformamos la información del mundo físico con nuestros sentidos y le damos
sentido en nuestro cerebro, pero al mismo tiempo cada uno confiará en que su
realidad será la verdadera y auténtica. ¿Es decir cuántos podríamos decir que
cuestionamos la existencia de la realidad o es más cuantos cuestionamos si lo que
captamos es real?
¿Es el mundo que vemos a través de nuestros
medios de comunicación y lo que nos dicen los demás lo que corresponde a la
realidad? Desafortunadamente no, en este mundo que jactamos es el de la
comunicación estamos más desinformados o mal informados que nunca, fácilmente un
asesinato por odio puede ser encubierto como un desafortunado final de un
violento robo todo dependerá de cómo se cuente, es decir la realidad que nos
muestran tiene dueños detrás, y serían ellos quienes deciden lo que debe estar
en nuestra subjetiva y susceptible realidad.
De esta manera, grandes empresas que
mantienen poder basado en el capital, controlan la información a la accedemos,
lo que vamos aprendiendo, hasta lo que debemos hacer, es común que desde niños
y aun más actualmente tenemos contacto con todo esto, marcas de ropa, productos
de consumo diario, ideologías, posiciones políticas, valores, en resumen, gran
parte de nuestro comportamiento.
Tras todo esto, es posible para nosotros
decir que ¿somos auténticamente libres?, a que viene la pregunta, al aceptar
que la realidad no puede ser objetiva y que siempre estaremos susceptibles al
engaño, que lo que vemos a diario realmente puede o no ser lo que realmente
sucede, pues es lo que nos pintan y si no estuvimos en el lugar donde sucede no
podremos saberlo, pero, aunque lo estuviésemos nuestros sentidos podrían
percibir mal o nosotros hacer un procesamiento erróneo.
Podemos decir entonces que somos presos de una
realidad definida por otras personas, como si de Matrix se tratase, una
realidad que nos vuelva dóciles y fáciles de manejar controlando lo que debemos
pensar. El mismo concepto de libertad será diferente por la realidad de cada
uno. Al menos para mí autor de este blog siento que no soy libre, pero quiero
serlo, por el simple hecho de que nací en este mundo.
Si esta realidad viene moldeada, por lo
menos quiero decidir que creer yo mismo, nos plantearon que por el hecho de
dudar de esta realidad y ser conscientes de que lo que creemos no puede llegar
a ser algo tan fiel a la realidad, esta manipulada por alguien más que mantiene
influencia. Pues me queda dar ese paso y continuar en la “deconstrucción” de
todo lo que aprendí y si gustas podemos recorrer este camino juntos,
¡bienvenido a mi blog!
Bibliografía
Kubissa, L. P. (2012). Sobre Kant, Putnam y el
realismo interno. Anales Del Seminario de Historia de La Filosofia, 29(2012),
173–187. https://doi.org/10.5209/rev_ASHF.2012.v29.n1.39459
Watzlawick,
P. (1994). La realidad inventada. Editorial Gedisa.
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